Qué impuestos y gestiones conlleva importar un vehículo en España

Cada vez son más quienes se animan a traer su coche de fuera, pero los trámites administrativos y fiscales no siempre son tan sencillos como parecen. Importar un vehículo no consiste solo en comprarlo y traerlo; detrás hay aduanas, impuestos, ITV y papeles que conviene tener claros para evitar sorpresas.


Cada vez se oyen más casos de personas que se animan a traer un coche del extranjero. Los motivos son variados: a veces es el capricho de un modelo que aquí no se vende, otras veces la idea de que fuera se consigue más barato, y en muchos casos simplemente un cambio de residencia. Ahora bien, conviene tener presente una cosa: importar un coche no es solo comprarlo y traerlo en un barco o un camión. Hay pasos, plazos e impuestos que conviene conocer para no llevarse un susto.

Lo que hay detrás del proceso

Lo primero es el papel más básico: la factura o contrato de compraventa. Parece obvio, pero sin ese documento ni siquiera se abre la puerta en Aduanas.

Después llega el filtro más evidente: la Aduana. Aquí, si el coche viene de fuera de la Unión Europea, toca pagar. Un arancel del 10 % sobre el valor del vehículo y un IVA del 21 % que se calcula sobre el coche, el arancel y el transporte. Nada de rodeos: si no se liquida, el coche no entra. Y solo después de pasar por caja se obtiene el DUA, que es como el pasaporte del coche.

El tercer paso es la ITV. Allí revisan que el vehículo cumpla con lo que marca la normativa española en seguridad y medioambiente. Si traes un certificado de conformidad (COC) del fabricante, todo va más rápido. Si no, hay que homologar de manera individual, y eso sí que puede retrasar bastante la matriculación.

Y no olvidemos los impuestos posteriores. El de matriculación (IEDMT), que se paga en Hacienda salvo exenciones muy concretas, y el de circulación (IVTM), que es municipal. A ellos se suman tasas de Tráfico, seguros y, si recurres a gestoría, sus honorarios.

El último paso es acudir a la DGT. Allí se solicita la matrícula, se paga la tasa y se obtienen las placas definitivas. Solo entonces el coche puede circular legalmente.

Cosas que conviene tener en mente

  • Circular sin matrícula española está prohibido. Como mucho se puede pedir una matrícula temporal por dos meses, prorrogables.
  • Hacienda no da tregua: el impuesto de matriculación debe pagarse en los 30 días hábiles siguientes a la importación.
  • El precio final suele ser bastante mayor que el previsto. No es solo el coche: súmale transporte, arancel, IVA, ITV, tasas, seguro… y la cifra sube.
  • Si el vehículo no trae certificado de conformidad, la homologación individual puede alargar el proceso semanas o incluso meses.

Pueden ponerse en contacto con este despacho profesional para cualquier duda o aclaración que puedan tener al respecto.

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